viernes, 27 de febrero de 2009

el silencio


Aunque para algunos sea algo triste, deprimente, el silencio puede ser el mejor cómplice, tu mejor compañía cuando deseas estar sola, la más sublime provocación, y la más tentadora situación.

Ella... sentada a la mesa con una copa de vino entre los dedos.

El... frente a ella al otro lado de la mesa mirándola entre las velas que alumbran esa velada.

Sus miradas esconden pasiones reprimidas, deseos ocultos... sentimientos que no se pueden decir porque les ganó a sus labios el silencio.

Sentimientos que aunque sus labios no lo digan, sus miradas lo revelan, ese silencio que les cautiva y los incita a caer uno en los brazos del otro, que los tienta a dejar a un lado la falsa moral pues comprenden en el fondo que ellos no son culpables por amar.

Cuando por fin comprendo que lo que sienten es más fuerte, que no les basta con mirarse a través de unas velas en una noche de luna llena. El silencio los invade por completo, sus manos se buscan, se unen, sus cuerpos se atraen, se acercan, arden de deseo al paso de un beso.

El la toma entre sus brazos, ella lo mira fijamente, excitada por el ambiente abrumador, aturdida por el silencio que la hace prisionera de sus propios sentimientos, haciéndola dudar de entregarse por completo o perder la oportunidad de dejarse amar, por el hombre que con una mirada la desnuda, que con una sola frase le devuelve la esperanza, que hace que desborden sus ganas de sentirlo, abrazarlo y enredarse en su alma.

Mientras él le habla al oído con besos que le estremecen y grita en silencio que la desea, que la ama y la quiere hacer feliz. Pero aún en su mente existen dudas... que se disipan cuando él la mira fijamente y rompe ese silencio con dos palabras "Te amo".

Ella lo mira, ruedan dos cristalinas lágrimas por su rostro conmocionado y lo abraza como nunca antes había abrazado a nadie, con el corazón, con el alma, con la piel.

Comprende por fin que esa no será la primera vez que se entregaría a él, hace mucho ya la hizo suya en su corazón, en su mente, en su vida. Al amarla en silencio, al esperar paciente hasta ese momento.

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